El secreto para llegar a tus bodas de oro
Captura video
Creo
que este video nos muestra una historia de amor que, partiendo de las
cosas sencillas y cotidianas, nos enseña que las palabras, los gestos o
cualquier detalle de cariño que se expresa fortalece y compromete las
relaciones. Ese amor, que existe entre esposo y esposa, se abre paso y
se deja ver en pequeños gestos que, al fin y al cabo, tienen una gran
magnitud en su matrimonio.
Uno de los elementos importantes que se puede rescatar de esta escena es que el amor no debe ser un sentimiento privado que quede en nosotros mismos,
debe ser una oportunidad para darse a los demás y conmover con nuestros
gestos aquella persona que estamos amando. Por eso, a lo largo del
noviazgo algunos detalles como tomarse de la mano, saludarse o
despedirse con un abrazo, son muestras de amor que para la pareja son
indispensables. Ahora bien, ¿qué pasa cuando deciden casarse y después
de algunos años en el matrimonio se pierden estos detalles de cariño?,
¿por qué estos gestos dejan de ser protagonistas en el matrimonio?,
¿acaso existe miedo por demostrar el afecto que se siente hacia la otra
persona? En fin, ¿a qué le tememos?
Muchas
veces expresar los sentimientos a través de este tipo de detalles,
hablan más que mil palabras. Una pequeña muestra de cariño puede,
incluso, cambiar el día a cualquier persona. Por eso, creo que este
video nos ayuda a comprender que el sacramento del matrimonio se lo debe vivir en lo cotidiano, pues
para ambos, esposo y esposa, es necesario mantener estas
manifestaciones de cariño para demostrarse que ese amor que los ha unido
permanece y se fortalece. Y es que cuando realmente nos abrimos al
amor, nuestro ser se va desplegando porque hemos nacido para eso, para
amar y ser amados. Es esa entrega que hace que el amor dure y que el
matrimonio sea más sólido.
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Pero,
el matrimonio no es el último paso para completar el amor que creció
durante el noviazgo. Al contrario, el matrimonio es una invitación a
seguir amándose cada día, a continuar enamorándose, escuchándose, a
seguir compartiendo risas, miedos y alegrías. Es una invitación también,
para que marido y mujer recen el uno por el otro, pues los ayudará a
permanecer en el Amor que es el Señor Jesús, la única base de su amor
conyugal, que guiará su matrimonio y hará de él un camino de santidad.
Porque sin Él es fácil aceptar lo que el mundo hoy propone: ”si dejaste
de sentirte bien en tu matrimonio ¿para qué seguir?, ¿para qué
perseverar si puedes recuperar tu felicidad?”.
El Papa Francisco en una de sus homilías nos enseña: ”es
verdad que en la vida de un matrimonio hay tantas dificultades, el
trabajo, el dinero que falta, hay problemas con los niños. Y a veces el
marido y la mujer se ponen nerviosos y se enfadan. No debemos ponernos
tristes por esto: La condición humana es así; pero el secreto es que el amor es más fuerte que el momento en que se discute”. Esta
es la vida matrimonial y acotando al secreto que el Papa nos revela,
creo que también juega un papel muy importante el querer vivirla juntos y
el querer custodiar el amor que un día los unió.
Este
video nos hace una invitación clara, nos llama a amar hoy. Nos pide que
amemos no solo a nuestra pareja, sino que alcemos la mirada y veamos
quienes están a nuestro alrededor, quienes comparten con nosotros cada
día y demostrarles cuánto cariño existe en nuestro corazón por ellos.
Muchas veces por esperar que lleguen situaciones concretas para
entregarnos y amar, nos olvidamos que Dios ha puesto junto a nosotros
personas maravillosas que hacen de nuestros días momentos especiales.
Entonces, si realmente amamos asumamos esta invitación que hoy se nos
plantea. ¿Por qué si amamos, no lo expresamos? ¡Ese es el reto! porque
este amor vale la pena ser vivido.